lunes, 7 de marzo de 2011

Los rincones de la sala de nivel inicial

Lic. Irma Liliana del Prado
Definir un rincón, un espacio, un lugar...
Para definir los rincones no existe unanimidad de criterios, ni igualdad de formas en el momento de aplicar dicha metodología.
Los rincones son espacios delimitados y concretos, situados en las propias clases, donde los niños trabajan simultáneamente.
Es preciso que cada docente reflexione sobre cuál debe ser la forma idónea para la elección, que es lo que hay que tener en cuenta en el momento de organizarlos.

Podemos agrupar los rincones y clasificarlos en:
Rincones de juego.
Rincones de trabajo.
Rincones individuales.
Rincones colectivos.
Talleres.
Otros.
La actividad puede desarrollarse de forma individual o colectiva (según el agrupamiento que se decida), y su contenido puede diferenciarse en rincones de trabajo o en rincones de juego (según la naturaleza de la actividad).
La propuesta de trabajo por rincones responde a la necesidad de establecer estrategias organizativas que den respuesta a los distintos intereses de los niños, y que, a la vez, respeten los diferentes ritmos de aprendizaje.
Hay que tener en cuenta que, para garantizar la práctica de los diferentes contenidos curriculares, es preciso ofrecer la posibilidad de trabajar de forma individual y de forma colectiva, ya que cada una de éstas ofrece diferentes posibilidades de dar respuestas, que sean complementarias en el proceso de aprendizaje significativo y funcional, a las diversas situaciones educativas.

No todos los actores que estan en contacto con el nivel inicial poseen unanimidad en la forma de definirlos y clasificarlos, por este motivo la diferencia que se establece entre los rincones de trabajo y los rincones de juego, es que la actividad lúdica es tan necesaria como la actividad laboral; pero también es evidente que no es lo mismo, y que cada una de las distintas actividades ocupan un espacio curricular concreto.

Tampoco es lo mismo la actividad colectiva que la actividad individual, y se arriba a la idea que las dos son necesarias para un aprendizaje global, y no por ello, se deben realizar de forma simultánea.

Los rincones de trabajo son:
Una propuesta metodológica que ayuda a alternar el trabajo individual organizado con el trabajo individual libre.
Los materiales y las propuestas de trabajo que en ellos encontrará el niño hacen posible una interacción entre él y su entorno, y eso hará que su experiencia se fundamente en el bagaje que el niño posea, para así ir descubriendo nuevos aspectos y ampliar sus conocimientos de forma significativa.
El trabajo sensorial, la lógica matemática, el proceso individual de la lectura, la observación y experimentación, las técnicas de expresión plástica, etc., que el docente cuidadosamente prepara, ordena y selecciona, hacen que los niños puedan ir progresando y realizando aprendizajes significativos dentro de la función cognitiva.

Los rincones de juego:
Deben tener un protagonismo diferente, porque la actividad lúdica es la forma genuina de expresión y comunicación que inicia al niño en su contacto con el mundo que le rodea. Por ese motivo, los rincones de juego no se deben olvidar, pero no por ello han de mezclarse y coexistirse con las otras formas de organizar la actividad individual.
El rincón de juego no puede ocupar un espacio de premio: “Cuando termines la tarea irás a jugar”; o bien como una actividad de relleno: “Los que terminen pronto el trabajo podrán ir al rincón de juego”; o simplemente suplir la falta de preparación de un espacio de tiempo: “Como no sé que hacer, y no tengo nada preparado, pueden ir a jugar”.
El juego tiene un valor intrínseco y, por tanto, no se puede menospreciar su valor educativo, ya que los niños necesitan compartir espacios, juguetes, poder ponerse de acuerdo unos con otros, establecer reglas, compartir gustos e ilusiones, acordar formas de comportamiento, de convivencia, de juego. Es importante ofrecer la posibilidad de que puedan revivir lúdicamente unas situaciones cotidianas, y de poder experimentar con su propia actividad los diferentes roles que hay a su alrededor.
El juego grupal les ofrece la posibilidad de estimular su actividad compartida aprendiendo mediante el descubrimiento de sus compañeros.
Fuente consultada
María Antonia Pujol Maura. Barcelona. España